En el ajetreo de nuestra vida diaria, podemos ignorar a un culpable silencioso que acecha nuestro lugar de trabajo: las lesiones repetitivas. Estas lesiones, que abarcan una serie de problemas como el dolor de cuello y espalda, el malestar en los tobillos, la molestia en las rodillas, la tensión en los codos o la rigidez en los hombros, frecuentemente se originan en las tareas laborales cotidianas.
Entre las lesiones repetitivas más comunes se encuentran la tendinitis y la bursitis (enlace en inglés). Ambas condiciones comparten un origen común: la repetición constante de movimientos específicos.
Lesión por esfuerzo repetitivo
Una lesión por esfuerzo repetitivo, comúnmente abreviada como RSI, es un término amplio que abarca el dolor en los músculos, nervios y tendones debido a movimientos repetitivos. Típicamente se asocia con el sobreuso de los músculos y tendones en la parte superior del cuerpo. Varios factores pueden aumentar el riesgo, incluyendo:
- Actividades repetitivas: Participar en tareas que requieren los mismos movimientos una y otra vez.
- Actividades prolongadas de alta intensidad: Realizar actividades de alta intensidad durante períodos prolongados sin un descanso adecuado.
- Mala postura: Trabajar en posiciones incómodas o mantener una postura deficiente durante las tareas.
Síntomas latentes y graduales
Un aspecto relevante de las lesiones repetitivas es que pueden pasar desapercibidas durante períodos prolongados: los efectos negativos de estas lesiones no siempre son evidentes de inmediato. Puede llevar tiempo para que los síntomas de un daño se manifiesten completamente.
Los síntomas de RSI tienden a desarrollarse gradualmente, variando desde un malestar leve hasta un dolor intenso. Estos síntomas pueden incluir:
- Dolor: Un dolor persistente o intermitente en la zona afectada.
- Rigidez: Dificultad para mover la parte del cuerpo afectada libremente.
- Palpitaciones u hormigueo: Sensaciones desagradables que pueden persistir.
- Debilidad: Reducción de la fuerza en la zona afectada.
- Calambres: Calambres o espasmos musculares que ocurren durante o después de las tareas.
Las lesiones repetitivas en el trabajo no son simplemente una cuestión de incomodidad, y representan una amenaza significativa para nuestro bienestar. El daño acumulado de los movimientos repetitivos puede generar dolor y malestar duraderos, afectando nuestras vidas diarias y productividad (enlace en inglés).
Es fundamental reconocer los signos y síntomas de estas lesiones, abordar la ergonomía deficiente en el trabajo y buscar atención médica cuando sea necesario. Al hacerlo, podemos tomar medidas proactivas para protegernos y mitigar las consecuencias.
Su salud y bienestar siempre deben ser una prioridad, incluso en medio de las rutinas diarias. Si ha sufrido una lesión en el trabajo o tiene preguntas sobre sus derechos y opciones, no dude en ponerse en contacto con nuestros especialistas en compensación laboral para una consulta gratuita. Estamos aquí para ayudarle a entender su caso y asegurarnos de que reciba la compensación que merece.